miércoles, 6 de enero de 2016

CINESITERAPIA



Vamos a distinguir unos principios generales relacionados con la cinesiterapia y unas normas generales con respecto a la aplicación de esta cinesiterapia. Así como principios generales podemos encontrar varios interesantes:

  • Colocación del paciente: Será una instalación cómoda, evitando que tenga que realizar esfuerzos para mantener una posición determinada. 
  • Colocación del fisioterapeuta: Debe tener una posición cómoda y eficaz, adaptando su posición a las necesidades cualitativas y cuantitativas de las técnicas utilizadas.
  • Confianza del paciente: que obtendremos a través de la primera entrevista y durante las diferentes sesiones de tratamiento. 
  • Respeto por el dolor: Hay que evitar maniobras que desencadenen dolor, pues provocará fenómenos reflejos defensivos que alteran la eficacia del tratamiento produciéndose además reacciones de rechazo que engendran tensiones musculares que, a su vez, dan origen a compensaciones que se oponen a la finalidad buscada. 
  • Progresión del tratamiento: Controlando la intensidad, fuerza y repeticiones aplicadas en función del objetivo deseado y de la evolución del paciente. 
Como normas generales podemos aplicar: 
  • El ejercicio es irreemplazable en el tratamiento de lesiones músculoarticulares, su mala aplicación es ineficaz y, lo que es aún peor, perjudicial. 
  • La eficacia de un músculo está en función del buen estado de circulación del mismo. 
  • La progresión de menos a más en la realización de un ejercicio debe asociarse a los avances que se realicen en la coordinación muscular, amplitud de los movimientos articulares y potencia de los grupos musculares en tratamiento. 
  • Si no se utiliza la gravedad como ayuda o resistencia es mejor suprimirla y así el ejercicio se realizará en mejores condiciones y con un esfuerzo mínimo. 
  • En un movimiento articular se evitará la intervención de músculos accesorios que enmascaran la acción de los que tienen que realizarla; para ello se fijarán todos los segmentos proximales de la articulación a movilizar. 
  • En todo ejercicio asistido se valorará la ayuda que necesita, para pasar progresivamente a ejercicios resistidos donde también de una forma paulatina se valorará la resistencia a oponer. 


4. INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES 

Los beneficios de la movilización no son solo directos, como veremos en la tabla de la página siguiente, sino también las complicaciones posteriores que se evitan con una movilización temprana. Solo recientemente se ha tomado conciencia de las complicaciones del reposo prolongado en cama, la inmovilización y la inactividad. 

Aunque ya Hipócrates afirmaba que el ejercicio fortalece el cuerpo mientras que la inactividad conduce al deterioro, hasta 1863, Hilton y Thomas más tarde, no se profundizó en la actitud respecto a la inactividad e inmovilización como principio básico para la mejoría en las patologías. Aunque se sea una persona sana, la inmovilización origina problemas; si existe una dolencia previa se originan las mismas complicaciones, pero a un ritmo más acelerado. En un principio la inmovilidad produce una reducción de la capacidad funcional de un órgano, y más tarde se va generalizando a múltiples órganos y sistemas. 

Se define el desacondicionamiento como la capacidad funcional reducida de un sistema o sistemas corporales y se debe considerar como un síndrome separado del proceso original que condujo a la inactividad. Los efectos negativos abarcan todos los aparatos y sistemas:
  • Musculoesquelético: Atrofia, debilidad muscular, contracturas, artropatías degenerativas y osteoporosis.
  • Sistema cardiovascular: Desacondicionamiento, hipotensión ortostática y tromboembolismos. 
  • Aparato respiratorio: Disfunción ventilatorio, infecciones, neumonía hipostática. 
  • Metabólico: Cambios en el metabolismo de andrógenos, Pth, hormona del crecimiento e insulina. 
  • Genitourinario: éxtasis, infecciones, cálculos. 
  • Aparato digestivo: Constipación, pérdida de apetito y pérdida de peso. 
  • Sistema nervioso: Deprivación sensitiva, ansiedad, depresión, confusión, disfunción intelectual, falta de coordinación, pérdida del control motor. 
  • Piel: Úlceras por decúbito. Por tanto, como indicación general de la cinesiterapia tenemos evitar los problemas que produce la inmovilidad, problemas relatados anteriormente y ante los que lucharemos con las siguientes armas (efectos fisiológicos beneficiosos) que nos proporciona la cinesiterapia: 

Obviamente estas indicaciones son muy variadas: atrofias e hipotonías, retracciones, miositis agudas y crónicas, rotura muscular leve, distrofias, contracturas musculares, rigidez articular, edema, cicatrices retráctiles, limitación articular, procesos reumáticos, quistes serosos, procesos patológicos neurológicos digestivos respiratorios o cardiovasculares, obesidad, patología de la inmovilización, hemi y paraplejías, parkinson, parálisis cerebral infantil, etc; habrá que buscar la técnica adecuada a cada patología y su correcta aplicación también. 

Las contraindicaciones también deben variar según la técnica a utilizar, Como contraindicaciones generales tenemos los tumores malignos, endocarditis activas, insuficiencias cardíacas descompensadas, hemopatías, tuberculosis (para la cinesiterapia activa) y derrame sinovial, hemartros, heridas recientes de partes blandas (para la cinesiterapia pasiva).





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